miércoles, 30 de marzo de 2011

"El mundo del parguela"






















Como bien sabemos todos, ultimamente se oye mucho la palabra parguela. Para empezar diré, que dicha palabra solo se puede utilizar en femenino singular o plural o masculino plural, sería parguelones, no existe "parguelo". Dicho esto os daré una serie de recomendaciones en varios aspectos de la vida cotidiana, para no ser tu el PARGUELA .

Parguela: 1. adj. coloq. Cád., Jaén y Mál. Parecido a una mujer en su persona y en sus maneras. U. t. c. s. m.

-Badminton: jugar a esto es de parguelas. Un deporte el cual el mango es más largo que la superficie de contacto, y tener que correr cual homosexual detrás de una pluma que cae suavemente, eso es de parguelas .

-Tocar el violin: este instrumento es de parguelas. Bea no estará de acuerdo, pero tocar con un palo largo cuerdas que chirrian es de parguelas.

-Robar Jamon York en el super y que te pillen:
claramente para esto no hace falta ninguna explicación.
-Usar secador para el pelo siendo un tio: lo siento por aquellos que lo utilizan, pero, es una actividad demasiado femenina para ser aceptada.
-Usar paraguas siendo un hombre: un tio de verdad va con el pelo al viento, o como mucho con una capucha, pero nunca refugiandose bajo un trozo de tela atado a un hierro.
-Planchar la ropa siendo tio: un tio de verdad no se preocupa de unas cuantas arrugas, eximiendo trabajo o acto social importante.
-Tomar te: en plenpo siglo XXI, con tanta variedad de productos que nos ofrece la sociedad, a quien cojones se le ocurre pedir agua hirviendo con un cacho de bolsa relleno de hierba.
-Pertenecer a los boyscout: es de parguelas unirse a un grupo que tiene como saludo para los más jovenes la imitación de un castor, por no hablar de la vestimenta.
-Usar cinturon de seguridad en el autobus: ¿desde cuando existen los cinturones en los autobuses? si vuelca vas a morir igual, parguela
-No tener orejas (especial para diego): si ser sordo es jodido, no tener orejas es el doble de jodido y de parguela.
-Hacer la cama: no hay cosa más inutil y de parguela que hacer la jodida cama día tras día.
-Beber agua frizzante (con gas para que nos entendamos): a quien diablos le gusta ese sabor, una mezcla entre tónica rancia y sprite sin gas.
-Comparse juegos originales de pc: en pleno avance informatico, a tan solo un par de click's, para que te gastas el dinero en eso...
-Digimon: copia cutre de pokemon, no ase falta deisir nada más.
-Beber con pajita:echarte una copa mientras juntas los morritos, mu mu mu mu, eres un parguela
-Comprar bicis en Torino: esta maravillosa ciudad, nos da miles de portales con millones de bicis, la ecuación es bien sencilla, botellón + portales = bicicletas gratis
-Usar riñonera: dantesca imagen la un hombre utilizando este artefacto agarrado a su cintura.
-Ser alergico: indudablemente es un signo de debilidad, el propio cuerpo te avisa que eres un parguela
-Tomar el sol (para hombres):morenito y jugoso
-Que venga la policia con metralletas por jugar al risk y no por hacer fiestas: durisima imagen, de 12 personas sentadas en el suelo, sin ningún rastro de alcohol, y que te pidan el dni por jugar al risk.
-Comer solo en la mensa: (esta me han obligado a meterla) siempre puedes disimular sentandote en una mesa llena de chinos, así la gente no te mira a ti.


Hay muchisimas cosas de parguelas, esto es solo una pequeña muestra, si consigues evitar todo esto podrás ser el llamado ''tio tio''
http://www.youtube.com/watch?v=nNzNglsWyjc

El que saca la pistola es pa usarla enseñarla es de parguelas

jueves, 17 de marzo de 2011

"La teoría de los colores"


Todos sabemos que los días de borrachera, pero sobretodo, los de resaca, nos sirven para crearnos una vida paralela a la que vemos por la calle; la gente trabaja y cuando van, tú regresas. Las noches son largas y los días cortos.

Durante esas largas veladas nuestra imaginación vuela y nos descubre una faceta desconocida hasta entonces, unimos nuestro lado estúpido con el más niño. Así es como se crean "las teorías", la primera reza que sólo las mujeres son capaces de distinguir los colores lila, morado y violeta:


Érase una vez un reino en el que sólo había colores. La familia Magenta llevaba años en el poder y sus reyes, el señor Cyan y la señora Rosa gozaban de un matrimonio que parecía perfecto.

Un día en el Bosque de las Témperas, el príncipe Morado cantaba y jugaba con sus dos mejores amigos. Uno era Amarillo, un chico descontrolado que solía acabar mal sus noches de fiesta en la verbena del reino. El otro, mucho más responsable era Verde, preocupado por la naturaleza y con inmensa vitalidad.

De pronto y sin darse cuenta, se adentraron en la zona oscura del bosque, donde habitaban el señor Negro y el hombre Gris. El primero era un señor sincero, claro y honrado pero las malas lenguas hablaban de alguien con un pasado malvado y por ello sólo contaba historias tristes del reino. El segundo en cambio era alguien perverso, ambiguo y con mucho odio dentro.

El señor Negro apareció a la entrada del lugar oscuro para advertirles de que nada bueno encontrarían por allí y que el hombre Gris podría aparecer en cualquier momento por lo que debían irse cuanto antes. El consejo era bueno pero la curiosidad de todos y la imprudencia de Amarillo acabó por adentrarlos hasta el rincón más oculto de esa parte del bosque. Allí estaba Gris, que consiguió embaucarlos y acabó contando una historia que cambiaría el reino para siempre. En esa historia, el príncipe Morado descubrió que tenía dos hermanas, Violeta y Lila. Su madre, la reina Rosa tuvo un desliz años atrás con un sabio viajero llamado Blanco, pero consiguió ocultarlo hasta entonces.

Al principio la incredulidad podía con el príncipe, pero de nuevo Amarillo lo convenció para llevarlo al lugar donde se ocultaban sus hermanas. Nada más verlas supo que eran sus hermanas de la misma manera que ellas también lo supieron.

Los tres corrieron a palacio para encontrar una explicación y tras un tremendo lío, Cyan entró en cólera y llamó a su hechicera, la señora Beis, que maldijo el reino. A partir de ese día ningún hombre podría diferenciar a los tres hijos de la reina Rosa, así se acabaría el problema, siempre y cuando no se viera a los príncipes juntos fuera de palacio.

Con el tiempo, se descubrió que la maldición sólo afectaba a los varones pero las mujeres conseguían diferenciarlos. Cyan se convirtió en un rey tirano y despreciable y el reino de los colores nunca volvió a ser el mismo.

Hoy en día, los colores Lila, Morado y Violeta siguen siendo irreconocibles para la mayoría de varones de cualquier reino real o imaginario. En cambio, las mujeres sí pueden distinguirlos...

... y colorín colorado, mi primera teoría se ha terminado.

Auguri Italia!

Y la noche de ayer volvió a estar iluminada por fuegos artificiales de colores. Tres colores que te siguen recordando el lugar en el que estás viviendo: rosso, Bianco e verde. Italia, Torino. Uno de esos lugares que está a cientos o miles de kilómetros de nuestras verdaderas casas. Lejos de nuestra familia, nuestros amigos de siempre y de toda aquella persona que es importante para nosotros de antes de septiembre. Septiembre, el mes del inicio, del comienzo de todo. Pero lo que se queda fuera del alcance de mis neuronas y mi razonamiento, es el porqué de a pesar de estar tan lejos de todo lo que más queremos, nos sentimos las veinticuatro horas del día como en casa, como si estuviésemos viviendo aquí desde que nacimos, como si a toda esta gente con la que compartes cada momento la hayas conocido nada más dar tus primeros pasos, como si esa persona que ahora no sólo te acompaña en las noches de fiestas erasmus lo haya estado haciendo desde hace mucho tiempo. Supongo que esto ya no es sólo porque Torino sea una ciudad con encanto. Esto es fruto de la buena suerte que hemos tenido de habernos encontrado todos nada más pisar territorio italiano. Gente que hace que una noche como la de ayer, con un concierto en medio de una plaza precedido de una tirada de quince minutos de fuegos de artificio, te recuerde a una de tus mejores noches en tu pueblo y, de nuevo, una vez más, te sientas como en casa.


Aquí un vídeo de la poca gente que ayer pobló las calles torinesas! Eso sí, hasta las 4 de la mañana como muuuuuy tarde. Que el tirón sólo lo sabemos aguantar los españoles!

miércoles, 16 de marzo de 2011

Una semana movidita

Comenzamos el lunes (21Feb) con la fiesta de despedida de un grande del grupo cerrado: Pelu. Esta vez la despedida fue de todos juntos. Pero como le habían cogido el gustillo a eso de beber por la tarde comenzamos a las 7 en las míticas gradas yendo después al Travallo un bar al que le habíamos pedido que nos dejase una zona reservada para poder hacer un aperitivo, y estar allí hasta el cierre. Junto con un libro de firmas y unas fotos impresas formando un mural sobre tres cartulinas que hacían la bandera de Italia comenzaron a correr las Caipiroskas, los daiquiri frozen, cervezas y chupitos de tequila.


Roberto con un hombre, que cual indio llevaba una trenza larguísima y el pelo rapado por los laterales de la cabeza, comenzó a hacer competiciones a ver quién acababa antes el cubata de trago. Roberto ganó. El indio pidió la revancha. Y tras volver a ganar, el indio le pidió hacer otra competición participando todos con la condición de que Roberto fuese en su equipo. Challenge acepted.

Sonando buena música, con algún susto de unas sevillanas intercaladas, acabamos en Vittorio Veneto queriendo continuar con la fiesta, unos gritaban Peruano y otros cosas incomprensibles. Mejor lo represento:


Así que con un montón de posters (feísimos) y gafas robadas fuimos a Veceozo Nazzaro a hacer un submarino en la habitación de Sergio donde creo que todavía no se ha ido el olor.
Dándonos por vencidos, cada mochuelo a su olivo.

Seguimos con el jueves donde Rober y yo recibimos un mensaje citándonos para una cena romántica en el tercero a la que debíamos llevar el postre. Compramos torta di amore.
Nos avisan de que ya está todo preparado y nos sorprenden Sergio y Virginia abriéndonos la puerta con las luces apagadas, velas en la mesa, copas de champagne y separándonos las sillas de la mesa para que nos sentemos.
-¿Qué vino desean? -Que decida la señorita!

El chef y el pinche que ya llevaban alguna que otra botella de vino, comenzaron a servirnos la cena y así comenzó a bajar el número de botellas sin abrir. Pasamos una velada estupenda y llegamos a la Fiesta Crupiera que nos esperaba  (el cumpleaños de Dani): ficha va, ficha viene, ficha entra y ficha sale.
Creo que me hizo falta beber poco más que lo que bebimos en la cena. Cartas de poker, gente disfrazada de la naranja mecánica, de ratita y obviamente de crupier, muchas risas y fotos. Acabamos en el tan esperado Chalet, que no abría desde navidad.
A la salida Cabadas se abalanza sobre mí y lo primero que pienso es “estoy muerta”, demasiadas experiencias observadas cuando Cabadas te coge ¿Por qué siempre hay heridos, patadas y caídas? Pues así sucedió nos cogió a Virginia y a mi cada una bajo un brazo y comenzó a saltar, Vir se salvó, pero yo me lleve una leche contra el suelo y una rodilla jodida.

Con demasiados gritos, cajones abiertos y extraños golpes amanecimos cual casa de locos con una invitada dudando sobre nuestro estado mental.

Así llega el viernes con otra cena romántica, esta vez de seis comensales. Las chicas esperan en el quinto, los chicos preparan todo en el tercero. Una vez listo bajamos nerviosas temiendo lo que nos esperaba. Sergio nos abre la puerta con un trapo sobre el brazo, Diego nos recoge los abrigos y los bolsos y Roberto cogiendo las dos puertas y tirando hacia dentro del salón nos abre mostrándonos la misma escena que la noche anterior, pero ahora nos ofrecen además de vino unos deliciosos entrantes.
Llegamos a la Piazza Lapsus cantándole a Cabadas que nos recibe con los brazos abiertos y como ese día estábamos cantarines, sacamos con todo nuestro repertorio Disney; Sucia rata, todo es falso, imitaciones de Arquimedes (el búho de Merlín) y más cosas y todo.

Diego se da cuenta de que las cenas románticas no son lo suyo cuando se cae por las escaleras del caballo de la plaza. Y ayudándose de Rober y Mike acaba su noche solo y calentito en su cama.
El resto pasa una noche más en Lapsus. Y se termina diciéndole varias veces a Cabadas que es todo un señor.

Finalmente, sábado vamos a casa Ostellu, vemos vídeos de APM, bebemos y como no, volvemos a hacer caso a Virginia. Y sin escarmentar sabiendo que se inventa siempre las cosas, cogemos un autobús que nos lleva a Mordor, cuando hay uno que lleva directamente a La Gare, así que ayudándonos del gran GPS de Mario, el nuevo relaciones de La Gare, conseguimos llegar. Viendo nuestro estado, Mario se hace con el control, soltamos el dinero sin que nos importe una mierda a donde va a parar y sacando pecho se lo da al portero.

Mario: Nosecuantos Erasmus, toma 200 euros.
Portero: $$!!

Viendo el poder de liderazgo de Mario, La Gare decide que va a ser su nueva adquisición como RRPP y este casi llorando de alegría al ver el taco de tickets de copas gratis, acepta encantado. Tengo miedo, no sé qué va a ser de nosotros a partir de ahora.
La ventaja o inconveniente que tiene La Gare, es que nada más entrar te topas con una barra muy grande tras la cual está el resto de la discoteca, bueno pues de momento solo hemos pasado la barra UNA vez. Salimos de la discoteca corriendo como descosidos, atravesando las vías del tram hacía el bus que nos lleva a casa, un amigo de Cabadas se monta desorientado con nosotros, llegando hasta nuestra parada para luego marcharse y perderse.

La gente empieza a subir, pero Sergio y yo oímos que los mejicanos del segundo están liando una buena.
Sergio: voy a llamar a la puerta
Yo: no te atreves
Mejicanos tras oír el timbre: shhh están llamando los vecinos, para echarnos la bronca!

Nos abre una chica y Sergio balbuceando algo así como “Inspección de alcohol” deja con cara de poker face a la mejicana, esta nos pregunta que si vivimos aquí y que si queremos entrar. Pues claroooo!! Entramos y encontramos unos 10 pares de ojos escrutándonos cuidadosamente. Intentamos integrarnos en la fiesta, como gente nueva que somos, pero encontramos un ambiente bastante hostil. Así que nos presentan a Nico que solo sabe hablar francés e inglés: -Problem Nico? -Nessun problemo

Y así intentando un par de veces más meternos en el grupo sin ningún éxito nos marchamos.
Eso sí, hay que decir que Nico es un tío bastante majo.

lunes, 14 de marzo de 2011

Cuando el erasmus te atrapa:


El inicio es curioso, gente de lugares muy diferentes se junta en el mismo, nadie conoce a nadie y más que un erasmus parece un experimento sociológico. Acentos se clavan en tus oídos, palabras que nunca habías escuchado parecen resultar incómodas porque el contexto ha cambiado. Todos somos extraños.

Muchos ya hemos vivido fuera, pero siempre en algún lugar donde el idioma utilizado, la forma de hablar e incluso las bromas nos resultan familiares. Ahora toca un nuevo nivel y empezar siempre es lo más complicado, sobretodo cuando tus propios amigos son difíciles de entender.

Sin darte cuenta pasa el tiempo y las voces son familiares, las expresiones comunes y las bromas se hacen grupales. Empiezas a darte cuenta de que te haces entender sin los problemas del principio y que a la vez comprendes sin dificultad. Recuerdo querer un traductor para el andaluz, para saber que quiere decir “por donde te llegas” o saber cuáles son los límites del leísmo. También surgen batallas territoriales por hacerse con un trocito de la historia y demostrar cual es la tierra más pura, primitiva o importante de todas a las que pertenecemos.

Conclusiones no muchas, horas de discusiones en botellones infinidad. Lo mejor es que no eran horas perdidas, servían para unirnos a todos mucho más. Para descubrir nuestros gustos, nuestra forma de ser, nuevas bromas y volver a sentirte extraño más tarde, cuando vuelves a tu lugar de origen y parezcas el extranjero. Tu acento sigue siendo el mismo, tu forma de hablar y comportarte también, parece que nada ha cambiado, parece.

El tiempo pasa y seguimos conociendo gente, unos se van y otros llegan, el ciclo nunca acaba. Cuando empiezas a cogerle “el gustillo” estás demasiado dentro como para querer escapar, nadie puede. Es adictivo, tanto como la vida. Acabará sí, pero mientras tanto aumentas tu locura, no piensas en el futuro y vives el presente, lo que de verdad te hace feliz.

Aquí seguimos, apartados de todo mal, evadidos de un mundo que se está volviendo loco y sin pensar en qué nos deparará el futuro cuando debamos salir de este túnel. Puede entonces que el sol nos ciegue. Cuando descubramos que este paréntesis es arco iris tras la tormenta y que espera diluvio.

Hasta entonces, sonríe y “aprende a bailar bajo la lluvia”.

¿Qué se esconde detrás de la palabra "visita"?

Y cuando ya llevas aquí un tiempo y crees conocer la ciudad haces públicas tus invitaciones y decides que estás totalmente capacitado para recibir a amigos y familiares para que vean la ciudad y que te sabes desenvolver perfectamente en esta vida erasmus. Entonces, aparecen las visitas. Existen varios tipos de visitas: familiares o amistades, son los dos grandes grupos. Que a su vez se dividen en varios subgrupos. No es lo mismo que vengan tus padres solos, que te tienes que limitar a enseñarles la ciudad y estás obligado a buscar lugares para comer con calidad y dejar a un lado el famoso “Pizza y burra”. Te cansas de andar por todas las calles que ni siquiera sabías que existían; de entrar en iglesias, subir a montes y ver monumentos; y decides que tus salidas nocturnas deben ser limitadas para aguantar el ritmo. Aunque no todo es malo, recibir el apoyo de mamá y papá es de lo mejor. ¡Al igual que la comida de casa! Otro subgrupo se forma cuando a tus padres se les une tu hermano/a/os/as. La cosa cambia un poco dependiendo de la edad que tenga este/s. Si ya en España han empezado a salir, lo suyo es que también conozcan la marcha erasmus en Turín, pero sabiendo que tú estás al mando y tu límite de alcoholización no debe superar el control de alcoholemia de la policía (tus padres). Y el otro subgrupo sería que vengan tus hermanos o primos, de más o menos tu edad. Entonces toca sufrir la imposible combinación de turismo y salidas nocturnas. Rezas porque los días pasen rápido, aunque no quieras que se te vayan de al lado. Ritmo frenético de semana que, al final, cuando se termina, lo echas de menos. Y después está el otro grupo, tus amigos. Esas grandes personas que pueden venir a verte a ti, a ver la ciudad y/o a hacer lo mismo que hacíais cuando estabais en España: salir y dormir. Sí, la situación de hermanos/primos, elevada a un nivel superior.
Además, innecesario es decir que al sujeto al que vengan a visitar, pues le encanta cualquiera de las visitas. Pero… al resto de sus amigos/as, no! Con hermanas mayores de edad, estos buitres se frotan las manos (y más cosas!). Lo mismo ocurre con los hermanos, aunque toca decir que muy pocos han venido solteros! (Se hace una petición pública para una mayor recibida de estos!). Y con amigos y amigas, todos damos saltos de alegría. Para eso las redes sociales son de gran ayuda, más o menos sabes lo que te espera y se puede hacer una lista de preferencias, turnos y rotaciones. ¡Qué grandes son las visitas de menos de una semana! El simple disfrute sin ningún tipo de preocupación o complicación amorosa. No hay cabida para el enamoramiento, el sexo lo ocupa todo. Y es de agradecer!

martes, 8 de marzo de 2011

Que te avían!


Tras llevar cerca de dos semanas saliendo todos los días salvo los domingos o si acaso los lunes, se decidió que no salir era de débiles y que el limbo (la hora a la que pasa el último tram) eran los padres. Así comenzaron los aviamientos. Para quien no sepa lo que aviar significa aquí dejo un vídeo representativo:
Pero nosotros inventamos nuestra propia forma de aviar, que consistía en que los que llegaban de fiesta tenían que despertar a aquellos que no salían tirándose encima ellos. Hay muchos tipos de aviamiento, los simples, despertando a la persona y grabándola y otros que cuentan con canciones como el cumpleaños feliz, eres una chica excelente y se pueden prolongar hasta las 9 de la mañana si hace falta. Además de estar complementados con accesorios como caretas.
Hay avíos que acaban con risas, aunque en un principio no se atreviesen a entrar en la habitación:
Unos en los que la persona no se inmuta porque cuando duerme, realmente duerme:
Y otros en los que Ramón está completamente desatado, wooooow!!
En fin, se hicieron tan populares que hasta contamos con el Decálogo Oficial del Aviamiento (DOA) una tradición más que no se debe perder en este bonito Erasmus.