lunes, 6 de junio de 2011

Viaje en furgoneta (2º Parte)

Despertamos con la luz del sol, el rocío congelándonos los huesos y con el cuello medio partido. Los chicos oliendo a tigre de bengala y las chicas con el pelo enredadísimo y asqueroso, tanto que Sergio le tira un filtro que se supone que tiene que rebotar a Lucía y este se le queda pegado en el pelo. Mother of god, que ascazo!
Nos montamos en la furgo dirección super a por más comida alcohol, algunos entran al super y otros se quedan dentro y llegan con un carro lleno de provisiones. Lamentable.

Pasamos 4 horas buscando el puto albergue, primero a la estación, abrimos la puerta se cae una cerveza, luego un rato dando vueltas por la ciudad por si mágicamente aparecía el albergue, decidimos que lo más sensato es volver a por el GPS a la residencia querida. Ya que estamos allí aprovechamos para comer, abrimos la puerta se cae otra cerveza, comemos dejamos todo echo mierda pan bimbo en el suelo, cervezas, lonchas de jamón york y descargando nuestra energía negativa sobre la bici del parguela y abandonamos el lugar en dirección al albergue. Una vez en la calle después de cruzarnos con un boyscout amigo de Lucía, abrimos la puerta esperando escuchar el maravilloso ruido de una cerveza caer y preguntamos a una señora.
- Scusi, dove è il albergo nosecuantos?
- Come ti chiami?
- (wtf?) Mario

No mira es que tenemos overbooking y os he reservado en otro albergue, pero tenéis una reserva sólo para tres. Mira y somos 9. Algo no le cuadra. Quienes vais a dormir? Pues estos 3 por ejemplo pero ya que estás reserva para dos más. Nos despedimos de la amable señora y la dejamos colgada con la reserva. Un albergue a tomar por culo y encima nos trollean? Venga ya!

Vamos al otro albergue que esta muchísimo mejor la dueña nunca aparece solo para recibirnos, así que entramos 4 con 9 maletas de mano. Oye pues si que vais cargaditos no? En cuanto la dueña se despide de nosotros colamos a los otros 5. Sí, 9 en una habitación de 4. Nos ponemos en marcha es decir nuestros vecinos de enfrente ven aparecer 4 personajes cargados como burras y ven salir a 3 hadas (Flora, Fauna y Primavera), un Robin Hood, a una campanilla, a dos minnie mouse, un mickie mouse y a un tipo con una sabana que ahi era tu imaginacion la que jugaba a adivinar cual el disfraz. A todo esto, destacar que el tamaño de los disfraces de hada y de Robin Hood eran de talla de 6 a 7 años:
Volvemos a pasar por el bronx para ir a Venecia y decidimos dejarnos llevar y volver a la hora que surja a Padua porque el ambientazo es impresionante y coño, que vamos disfrazados! Nos damos cuenta de que no tenemos alcohol para aguantar toda la noche porque hemos sido tan listos de dejarlo en la furgoneta, nos dividimos cual equipo bien entrenado y comienza la búsqueda de un sitio abierto para comprar vino da tavola como si no hubiese un mañana.
Creo que me conozco cada esquina de Venecia y que nadie la ha recorrido tan rápido como nosotros y con todas las miradas sobre los gorritos de nuestras hadas. Yo para identificar al grupo tan solo tenía q levantar la cabeza y ver el gorrito de Diego con la cinta azul ondeando. Por fin lo logramos y compramos combustible.
Vamos a la Plaza de San Marcos donde hay música, gente disfrazada y un grupo de chinas ansiosas por hacerse una foto con Flora Fauna y Primavera, como el resto de los que estaban allí pero que se reprimían al no pedirla. Mario emocionadísimo empieza a chillar y a saltar y eso pasa a otra dimensión y se convierte en una cruenta lucha por ver quien salta y chilla más rápido si las chinas o Mario. Gana Mario, obvio xD
 
Nos hacemos la foto con las chinas con los ojos medio cerrados y los dedos en V. Rescatamos un botellón abandonado cual pobre perro en una gasolinera, 2 botellas de vodka, una bolsa de patatas y un zumito. Y nos vamos a un concierto que había en un bar que se llamaba Torino.Estamos ahí bailando y todas las miradas posadas sobre las hadas.
Como la fiesta allí acababa a las 3, cogimos el tren de regreso a Padova, haciéndonos amigos de todos los que estaban allí llegamos a la estación, donde unas chicas disfrazadas le preguntan a las hadas Mario y Sergio que si saben como llegar a la discoteca, muy bravos ellos dicen que hombre por supuesto y tan bravos los otros deciden meter a dos hadas borrachas con sus varitas mágicas dando a diestro y siniestro que acaban de conocer en su coche para que les guíen hacia una discoteca. (Habla, Say Saba, o sea yo)Lo que pasó a continuación, fue, en parte surrealista y en parte esperado....Si alguna vez, tienes que llegar a un sitio, en una ciudad desconocida para ti, nunca y digo NUNCA cojas a dos tíos borrachos que van disfrazados de hadas joder!!!, acabamos bebiendo dentro del coche vino a pelo, y conduciendo en dirección contraria por la autopista. Tras varias horas perdidos, por fin encontramos la discoteca de pura chorra.
Una vez en la puerta y tras enseñarle mis calzoncillos de leopardo al portero (si no es por eso no entro), a Mario le entró un bonito amarillo, así que tuvimos que sacarlo fuera, y, tras ser manteado y tirado por el rey Cabadas al suelo, se recuperó. La fiesta había acabado así que decidimos volver al hostal en taxi, pero al haber mucha cola, al gran Mario se le ocurrió una genial idea. Como dijo el gran Her Van vidal o Flora en este caso, la imagen que vio a continuación no se le olvidará de su retina jamas, es una de esa imagen que te pasa por la cabeza antes de morir, es una de esas imágenes que te hacen esbozar una sonrisa sea el momento que sea, es una imagen indescriptible, y es que, amigos y amigas, ver a dos hadas montadas en un bicicleta robada, huyendo de un pelotón de tías furiosas en bicicleta, al grito de ¡eeeh, hijos de puta volved! ¡cabrones!. Lo que sucedió después lo recuerdo con especial cariño. Mario y yo les robamos una bici en la cara a unas tías, huimos cual perros haciendo ''s'' y serpenteando cual borrachos, cuando en mitad de la huida giré mi cabeza y vi a unas 7 u 8 tías en bici persiguiéndonos, le grité a Mario, acelera mamón!!!! y acto seguido nos chocamos con una valla y nos caímos al suelo. El recibimiento de las susodichas no fue muy agradable, lo más flojo que me dijeron fue un "pero de que vais so cabronazos", así que tuve que sacar a relucir mi arte de mediar en las batallas, y todo se soluciono con un "relajate, vivirás más"

Llegamos al albergue las chicas y atacamos el desayuno como si no hubiésemos comido en 3 días, luego llegan nuestros vecinos unos parguelas nivel experto y empiezan a fliparse de lo fiesteros que son. Hablamos un poco con ellos y les decimos lo ciegos que están. Aprovechamos y como buena costumbre dormimos las tres juntas en la cama de matrimonio, poco a poco va llegando el resto de la gente, primero Dani, Diego y Ramón y luego Mario y Sergio, es que Robin había quedado con Lady Mariam.
Mario a una esquina de la cama de matrimonio ve la mesilla puntiaguda demasiado cerca y peligrosa y decide hacerle el rollito a Vir, le trollea el sitio y acaba Vir al borde de la cama teniendo que poner ropa sobre la maleta de Sergio para amortiguar la caída.

Despertamos cual grupo de yonkis apestando a alcohol, y mientras nos vamos duchando Mario misteriosamente desaparece y entra de nuevo en la habitación con un tostador en una mano y una bandeja llena de bizcochos, croissants, tostadas y mermelada de melocotón (un día me descuido y me matan). Encaprichados con el tostador nos lo llevamos a casa y nos enteramos de que a nuestros vecinos parguelas la noche anterior les echaron por liarla. Vamos que nosotros nos metemos 9 en una habitación de 4, saqueamos el desayuno y robamos un tostador y tan campantes, eso es el karma. Todos limpios comenzamos a salir del albergue mientras el que limpiaba se quedaba flipando de la cantidad de gente que salía de esa habitación. Salen primero 3, perfecto, el tío comienza a alucinar cuando ve salir a otras dos chicas, luego sale otro chico y cuando se pensaba que no iba a salir nadie más salgo yo despidiéndome de otros dos que se quedaban dentro.

Ya llega el fin de esta locura de viaje, Mario y Sergio se quedan una noche más en Verona y nosotros vamos a los carnavales de Ivrea a los cuales no llegamos y aprovechando que teníamos la furgoneta fuimos a visitar Bergamo... Derrotados tras estos 4 días tan intensos llegamos al fin al aeropuerto a dejar la furgoneta y cómo no los mazós no nos abandonan, el tren que nos lleva de vuelta a casa está cerrado y el bus alternativo lo hemos perdido así que tenemos que esperar una hora en el aeropuerto, dormidos en el autobús llegamos a nuestro hogar.

Un viaje como ninguno.

Y cuidado! Qué llegan obras!

(Entrada escrita por Say Saba y Pruden Ajax)

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