Pues bien, Vir y yo ansiosas por conocerlo cogemos el autobús en Madrid a la vez que Mai lo cogía en Logroño y tras luchar por no empaparme con la gotera que había en el techo, arriviamo.
Vemos a Rober que nos está esperando en la estación le pegamos un abrazo más que grande y lo primero que hacemos es ir a la bodega a beber unas cervezas mientras esperamos a Mai, a la que vamos a recoger más tarde y a conocer a la familia, nos tratan como unas lentejas más.
Volvemos al txamizo y tras unas cuantas cervezas más nos vamos de bar en bar con el bote que ponemos todos, comienzan a rular las cervezas, calimochos o lo que cada uno desee, echamos unos dardos en los que cada una de nosotras va con uno de ellos, porque sí, damos puta pena a los dardos... aunque nuestro equipo ganó!
Vamos a casa a cenar un poco perjudicados y nos esperan encima de la mesa unos petos, uno de rallas, otro de lunares y otro a cuadros, nos los repartimos emocionadísimas, ese pasará a ser nuestro atuendo los próximos tres días. Comemos cual gochos del ciego que llevamos y nos vamos a echar el café. Bueno el café de los beliforanos son más cañas. Y menos mal que Rober dijo, no hoy miércoles no se sale porque mañana tenemos que madrugar para ir a ver el arranque e ir de bares. Bueno pues a las 4 como podemos llegamos a casa. Y efectivamente a las 9.30 estamos en pie, yo no se porque coño me despierto de lo más activa y le empiezo a dar la brasa a Vir, porque realmente yo, no quería desayunar filete!!
La madre de Roberto nos había avisado el día anterior que si queríamos salir de casa antes tendríamos que tomarnos un filete como quisiésemos en plato, en bocata, en puré... pero no salíamos sin haber comido porque la próxima comida que haríamos sería a las 7 de la tarde.
Pues bien nos prepara otros bocatas para las 7, nos vestimos con los petos, nos ponemos una camiseta para ensuciar, y un pañuelo de fiestas al cuello y partimos al txamizo a calentar y luego al arranque.
Pasamos todo el día de bar en bar, que si el Holly, el Gross, el Madaleno, el Chaston... bebiendo subnormalitos, que son chatos de vino con mosto, uno tras otro parece que no pero después de un par de horas acabas bailando "Una vaina loca" con el baile popular todos a la vez, digno de mostrar.
De repente llega un grupo de chicas y me gritan que soy de su peña yo ciega y gozándolo les digo que si me pegan un abrazo enorme y me voy con ellas, resulta que mi peto era el de la peña del hermano de Rober pero los de Mai y Vir eran de peñas más mayores. Un poco de escopetas para conseguir silbatos y láser, algún que otro gorro, gafas gigantes, rosas y más cosas completan nuestro atuendo y nos vamos a la ofrenda floral, donde Farru nos coge a cada una de un brazo y con una ramita que coge de un árbol nos acercamos al cura para ofrecérsela. El cura muy serio le dice: Arturo, sabes que la poligamia no está permitida no?
Volvemos a casa a echarnos un rato a eso de las 10 para a las 12 estar otra vez en pie.
Café torero, sí! Rober no aparece para cenar, con 20 añosss vas a ir a cenar?? y nos reunimos con él en el txamizo.
Nos ponemos a jugar un Kinito y tras una ronda de mojitos que a Rober no le sientan muy bien ;) nos vamos a la misma calle de bares que pasaremos a conocer como la palma de nuestra mano al final del fin de semana. Con la alegría en el cuerpo nos echamos unos bailes en la orquesta donde nos encontramos a los padres y acabamos la noche en el Holly Vir y yo dándolo todo con los niños, felicitando 800000 veces a una chica y haciéndonos fotos con la reina y las damas. A las 7 estamos en casa. Tipo petakas.
(para amenizar el resto de la lectura)
Nos levantamos a las 3, comer, ducha y pal' txamizo otra vez que vamos a ir de plaza en plaza para ver a los danzadores como bailan y por supuesto a ver a Notario de traje, volvemos a casa para cenar "porque es que sin el cebollo esta familia se va a pique" y cuando volvemos a la peña nos sentamos en la mesa dispuestos a jugar a cualquier tipo de juego que sea de beber, lo que de la imaginación, el resultado fue lado contra lado de la mesa, dos cocteleras llenas de calimocho, unas cuantas pajitas y un cántico continuado de "bebe, bebe, bebe" el equipo que terminase antes ganaba.
Al grito de LENTEJASSSS, el primo, Rober y las tres lentejitas coreaban AU AU AU.
De repente se me ocurre tirar de repertorio erasmus; A por el bote oe, Cabadas das puta pena, si no resuelves tu resuelvo yo, pero nada cambio sus caras hasta que empecé lololo looo lololoooo lo lolo lo... si señoras y señores justo lo que estaban imaginando, la canción de BRICOMANÍA, sus miradas me sonrieron y en cuestión de segundos ya teníamos a todo el mundo contagiado cantando este gran himno. Así emprendimos la marcha a los bares, pasando por el bar al que llamamos casa, el Hollywood y acabamos en la discoteca.
El sábado teníamos que aguantar hasta las 9 porque a las 9.30 salía nuestro autobús y bueno era el día de los petardos y todo el que me conozca un poco sabrá que me dan pánico, pues nada en puro estado salvaje, tirándose petardos entre ellos o metiéndolos en botellas y jugando a pasárselas yo le confieso a Rober que me dan miedo los petardos en bajito, el se descojona y me dice: entonces huye y no se lo digas a nadie. Le tomo la palabra y me meto dentro, donde empezamos a jugar al kinito o a par/impar arriba/abajo y más cosas... y cuando mi corazón ya va a un ritmo más normal por culpa de los ruidos y la tensión de los petardos, deciden trasladar su salvajismo dentro, consecuencia: yo me salgo fuera. Echamos unos dardos, Adri me lía tiro dos veces y perdemos, bueno él pierde jajaja y me toca a mi beberme el vaso, echamos otra (doy diana ejem ejem) y Vir se escapa de su sentencia. Aiiii pero que guarrilla!
Y nada el mismo ritual de siempre, adornos en el cuerpo, primero unos bares y por último la discoteca! A eso de las 9 nos vamos a casa una duchita y para la estación, no sin antes amenazar a Rober con que si no se presentaba en la estación a despedirse le rajábamos. Y allí aparecieron, Farru, Notario y Rober a decirnos adiós. Farru motivadísimo se quería venir con nosotras a Madrid, pero Rober la voz de la conciencia le dijo que no, así que se fueron a pedir a las casas con los danzadores y no acabaron hasta el día siguiente... unos héroes!