Cuando la tentación lo ocupa todo y dejarse caer en ella es lo mejor y lo único que puedes hacer. El mundo de lo sensual y de lo sexual a partes iguales. Somos millones de personas en el mundo y cada uno tenemos una manera de hacer el amor e incluso de darle diferentes nombres. Depende del momento, depende de lo que busquemos, depende de lo que queramos dar y depende de la otra persona. A veces lo que más determina el acto sexual en sí, es la palabra generosidad. Dar a cambio de recibir lo mismo o dar por el simple hecho de hacer disfrutar a la otra persona. Si das y esperas a que la otra persona te devuelva lo mismo, y no es así, se convierte en una mierda de polvo que no ha cumplido las expectativas. Te deja mal sabor de cuerpo y persona. En cambio, si te limitas a dar sin esperar nada concreto de la otra persona, te puede llegar a sorprender o “simplemente” te hace disfrutar. Y al fin y al cabo es lo que buscamos: disfrutar. Hacer el amor de una u otra manera para poder tumbarte en la cama al lado de la otra persona rebosando felicidad y salir a la calle con una sonrisa. Algunos lo hacen pensando en el futuro y en el amor. Y otros prefieren escapar y huir de todo sentimiento, vivir el presente y buscar el cariño en un determinado momento y la sonrisa del día siguiente. “Nada más”. Al fin y al cabo, eso es lo importante, pasárselo bien y ser feliz cuando te estás acostando con alguien. Y eso, que ser feliz no es nada fácil cuando lo complicas todo. De ahí que el sexo sea lo más fácil y sencillo posible, sin quebraderos de cabeza y en el que sólo vale el dejarse llevar. Después es decisión de cada uno complicarlo con posturas, movimientos y mejunjes diversos. O más aún, caer en la repetición de todas esas combinaciones y formes algo parecido al amor. Y eso sí que complicado de verdad. Pero bueno, el amor es otra historia y palabras demasiado grandes. Me quedo con el sexo, que tiene las mismas letras y hace tu camino más sencillo. O al menos, lo intenta, aunque no siempre sale bien. Recuerda que las cosas, siempre, se te pueden ir de las manos.
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